sábado, 18 de junio de 2011

BELENES EN ALMONTE

Pequeña historia de la revista “Romería del Rocío””

A petición de mi buen amigo rociero Juan de Dios Montoto Sarriá, me dispongo hacer una pequeña reseña de una revista anual que dedicaba un buen onubense, Antonio López Ortega, mi padre, a la célebre Romería de Pentecostés.

A lo largo de 47 años consecutivos (1.934- 1980), la Revista vio la luz del día puntualmente cada Romería dedicada a la Virgen del Rocío, si exceptuamos los años 1.937 y 1938, en los cuales no se celebró la mencionada Romería, y el año 1.978 por estar gravemente enfermo el autor.

Todo un canto a la paciencia, constancia y tesón que este hombre puso para poder dejar impreso, unos momentos marianos gozosos y alegres, durante gran parte de su vida.

Pero sería mejor conocer por el mismo creador de la Revista, la idea que le llevó a editar esta publicación. Y para ello vamos a copiar íntegramente el Editorial que escribiera en su primera edición, el año  1.934:

“ Dados al gran fervor y el entusiasmo, que, cuales flores de primavera, brotan de los corazones de los buenos rocieros, y la importancia que adquiere por momentos esta singular romería, hemos creído oportuno coadyuvar a esa gran  obra de fomento de fe y de nuestros sentimientos religiosos, que es el culto a la Blanca Palona, con este modesto folleto que lleva en si no más que el prestigio de veteranos rocieros y el cariño, el amor a lo bueno, a lo sagrado, que sintetiza la devoción que todos sentimos hacia Nuestra Señora del Rocío.

       Y con este preámbulo, que habrás de dispensar, te ofrecemos, lector, el presente libro, cuyas primicias fueron para las Hermandades de tofos los pueblos, que son como la vanguardia de los sentimientos  que inspira la Virgen de las Marismas.
           
            Ya preconizaba el autor, el auge y la expansión que iba tomando la celebración  de la sin par Romería:”… y la importancia que adquiere por momentos esta singular Romería…”

            Esa sería la pauta que seguiría el autor,  a través de las páginas de la Revista, propagando y expandiendo la fe en la santísima Virgen del Rocío, dando cuenta detallada de los actos, cultos, enseres y estrenos, y  juntas de gobiernos  de  las Hermandades, al mismo tiempo que hacía  reseña de cada nueva Hermandad que se incorporaba a la gran familia rociera

            El primer año de la publicación de la Revista, el ya citado 1.934,  acudieron las Hermandades Filiales de: Villamanrique, Pilas, La Palma del Condado, Moguer, Sanlúcar de Barrameda, Triana, Umbrete, Coria del Río, Huelva,  San Juan del Puerto, Rociana, Carrión de los Céspedes, Benacazón, Trigueros, Gines, Jerez de la Frontera y Dos Hermanas, que hacía el número 17 de las Filiales.Y por supuesto la Hermandad Matriz de Almonte.

            En la Revista publicada en el año 1.980, última que edita, ya se habían incorporado las Hermandades Filiales de: Olivares, Hinojos, Bonares, Puebla del Río, Bollullos par del Condado, Valverde del Camino, Gibraleón, Espartinas, Sanlúcar la Mayor, Lucena del Puerto, Bollillos de la Mitaciín, Sevilla (El Salvador), Huevar, Aznalcazar, Puerto de Santa María, Madrid, Punta Umbría, Puerto Real, Barcelona, Palos de la Frontera, Emigrantes, Paterna del Campo, Villanueva del Ariscal, Lucena (Córdoba), Los Palacios, Écija, Villarrasa, Isla Cristina, Bormujos, Camas, Las Palmas de Gran Canarias, Lebrija, La Línea de la Concepción, Córdoba, Rota, Ayamonte, Villalba del Alcor, Granada, Villafranca del Guadalquivir, Cabra y Málaga que hace el número 58 de las Filiales a la Matriz de Almonte.

            Es decir, que se unieron y dio cuenta detallada de todas ellas, 41 nuevas hermandades a la Romería de Pentecostés, con lo cual, tenía que esforzarse mucho más para obtener información de todas ellas.

            Como Ave Fénix, Antonio López Ortega, renacía de sus achaques y dolencias estomacales cada primavera, al son del tamboril y la flauta que anunciaba en Huelva desde el domingo glorioso de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, que se avecinaba la Romería de Pentecostés.

            Como heraldo mariano rociero, se revestía de fortaleza y amor y con la ayuda de su Madre Rocío, recorría los pueblos y ciudades donde existían constituidas Hermandades Rocieras, para recabar todo tipo de información y colaboración de las mismas, al tiempo que ejercía de pregonero avanzado y difusor de la devoción a la Virgen María en el bíblico nombre de Rocío.

            Fue impulsor en algunas localidades, de la creación de nuevas hermandades rocieras, contribuyendo, con sus sabios consejos  y por su acendrado y verdadero amor que profesaba a la Madre de Dios y Madre nuestra.

            Y no menor era el trabajo que desarrollaba en la búsqueda de colaboradores literarios, que con su ágil y mariana pluma rociera, dejaran plasmados en sus escritos, sus sentimientos y vivencias, en las páginas de la Revista.

            Y como muestra de los muchos colaboradores, citaremos los más cercanos y asiduos, pues la lista se haría interminable.

            Podríamos comenzar citando a los onubenses: Fernando de la Torre Mora, Pedro Garrido Perelló, Hermenegildo de la Corte, Pedro, A. Morgado, Ricardo Díaz Castro, Manuel de la Corte López, Manuel López Peláez, Manuel Romero Díaz, Manuel Marín Delgado, Diego Díaz Hierro, Rafael Gastelu, María Rodríguez Cordero, Jesús Conde Delgado, José Manuel de Lara, Francisco Moreno Origosa y el propio autor: Antonio López Ortega.

            Seguiríamos con los palmeritos: Manuel Siurot, José Mª Enrique Calero, Pedro Palma, o los almonteños: Vicente Díaz de la Serna Quintana, Ángel Díaz de la Serna y Carrión, Rocío Blanco Peláez y José Luis López Peláez.

Otros tantos escritores que hicieron posible su publicación fueron: Daniel Pineda Novoa, Tomás Prieto Dñiaz, Antonio Filpo, Antonio Iglesias Mairena, Pérez Flores, Crescencio Pérez, Francisco Villadeamisgos…. Sin olvidarnos de los moguereños: Juan de Gorostidi o Francisco Gamero, entre otros.

            A todos los enunciados, así como a la infinita relación de los omitidos, que hicieron realidad la publicación de esta humilde Revista durante tantos años, mi admiración, respeto y agradecimiento, en nombre de mi padre.

2 comentarios:

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  2. Estimado José Luis: Soy hijo de José Mª E. Calero y me atrevo a ponerme en contacto contigo para agradecerte que atreves de tu blogs me has aclarado la duda sobre la existe o no de la revista “Romería del Roció” que editaba tu Padre; de la que tengo algunos ejemplares que dejo mi Padre entre los muchos papeles de poesía y escritos, de ella estoy sacando muchas poesías y escritos de mi Padre que pon en un blog que creado en su memoria.
    Todo esto surge a raíz de encontrar el ejempla de 1945, año que ni Padre fue el Hermano Mayor de La Palma y ponerla Facebook en “Rocieros palmerinos”
    Te pido permiso para colocar en mi Facebook esta historia en parte vivida por mi Padre.
    Recibe un afectuoso saludo: José Mº Calero posada.

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